Aureliano segundo no cabía de contento con la avalancha de
forasteros, la casa se lleno enseguida de desconocidos, de invencibles
parranderos mundiales y fu preciso
agregar un dormitorio en el patio ensanchar el comedor y cambiar la antigua
mesa por una de dieciséis puestos con nuevas vajillas y establecer turnos para
almorzar Fernanda era quien atendía como reyes a los forasteros que tenían las
botas sucias y orinaban en e l jardín , Amaranta se escandalizo de tal modo que
comía en la cocina por la invasión plebe de estos , el coronel Aureliano
Buendía entraban a saludarlo pero no lo hacían por simpatía o estimación si no
por ver las reliquias históricas.
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